Una vez más, lo oculto, lo que en principio parece escondido, sale a la luz y te obliga a parar, a prestar atención a aquello que está sucediendo en ese instante y está siendo segundo a segundo, irrepetible y ese afán de tomar aquel suceso para ti, para mostrarlo después ya en quietud absoluta a quienes desde aquí esperamos cada tiempo tus imágenes de esos instantes irrepetibles. Y llenos de ritmo y movimiento. Abrazo
Está claro que el ritmo era tremendo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo César
Solo me falta escuchar su música. En esas actuaciones callejeras, se puden descubrir grandes talentos. El ritmo se ve acentuado en tu buena edición.
ResponderEliminarBesos
El mundo trepida al compás de su música. Muy buena.
ResponderEliminarUn abrazo, César.
...no es para menos!
ResponderEliminarEstupenda su edición. Buena captura.
Un abrazo.
Ramón
Un ritmo trepidante, sin duda, el de ese quinteto de cuerda.
ResponderEliminarUn abrazo,
Una vez más, lo oculto, lo que en principio parece escondido, sale a la luz y te obliga a parar, a prestar atención a aquello que está sucediendo en ese instante y está siendo segundo a segundo, irrepetible y ese afán de tomar aquel suceso para ti, para mostrarlo después ya en quietud absoluta a quienes desde aquí esperamos cada tiempo tus imágenes de esos instantes irrepetibles. Y llenos de ritmo y movimiento. Abrazo
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